Barranco: Cierre de ferias sostenibles
- Gabriela Sánchez
- 26 abr 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 1 jun 2023
Según data de la municipalidad de Barranco, desde el año 2013 a la actualidad se calculan aproximadamente más de 15 ferias sobre venta de ropa con permiso de funcionamiento, representando una parte del atractivo del distrito limeño, principalmente por la variedad de propuestas en marcas y temáticas, así como también a la afluencia de vecinos y visitantes.

Ferias itinerantes como La Feria Marciana, Cachinera, Ranas y las pulgas, Mercado de pulgas de Barranco, La feria MU, etcétera., a pesar de no ser ferias exclusivas de segunda mano, prestan sus entre 15% y 45% de sus instalaciones para tiendas de ropa vintage o de segunda mano. Tal como lo indican en los brouchures coloridos que envían a los potenciales feriantes que solicitan información mediante sus redes sociales, personas que ofrecen sus prendas vintage o en desuso a precios atractivos y feriantes que aceptan al trueque como medio de comercio.
Se tratan de stands de aproximadamente 1 a 2 metros al aire libre, en canchas, estacionamientos o eventos en casonas antiguas donde se monta espacios a cambio de difusión y la organización de un evento que convoque a clientes potenciales.
Estas ferias han sido afectadas repentinamente por las nuevas disposiciones municipales que entraron en curso bajo el actual régimen de la alcaldesa Jessica Vargas, quien está al mando del distrito de Barranco por segunda vez. Vargas señaló en su discurso de toma de mando que parte de su plan de trabajo 2023-2026 trabajaría por un “…distrito turístico y seguro, coordinado de manera conjunta por el crecimiento y bienestar del distrito…” lo cual no estaría alineado con la imagen de las ferias.
Según la web oficial de la feria La Feria los únicos requisitos que piden para poder abrir un stand en la feria es: tener una marca, buenas vibras y el pago de alquiler, no hablan sobre tener un ruc, girar boleta/factura o algún manual de comportamiento a comparación de la municipalidad que expresa que los requisitos para poder montar una feria en su distrito son:
Solicitud simple dirigida al Alcalde con atención a la Subgerencia de Comercialización (MÍNIMO 30 DÍAS DE ANTICIPACIÓN).
Copia simple de la autorización de Feria y/o exposición.
Declaración Jurada de compromiso de no deteriorar las áreas verdes, mobiliario urbano y/o espacios públicos a utilizar, dejándolos en las mismas condiciones encontradas, así como el compromiso de no obstaculizar el libre tránsito peatonal y/o vehicular.
Copia de la Inspección Técnica en Edificaciones para evento APROBADO.
Recibo de pago por derecho de trámite (POR DÍA)
Hasta 20 stands S/.2, 000.00
De 21 a 50 stands S/. 5,000.00
La Municipalidad se reserva el derecho de aprobar o denegar la solicitud.
La medida tomada por la actual alcaldesa desde marzo ha sido no otorgar permisos para la realización de las ferias que usualmente abrían sus puertas los fines de semana entre 11 a.m. y 5 p.m.. En su lugar los espacios han vuelto a ser lugares de cochera y estacionamiento, lo que se ha convertido en blanco de críticas entre vecinos, usuarios de las ferias, clientes y los dueños de ellas que se han visto afectados directamente al ser este distrito su punto principal de encuentro para estas actividades, sintiendo que su trabajo de posicionamiento y esfuerzo de años ha sido minimizado.
OPINIONES
Alejandra Dávila y Andrei Marambio organizadores de una de las más antiguas ferias en Barranco, La Feria Cachinera, expresaron su molestia a raíz de la decisión municipal, indicando que “Desde la primera edición de la feria que congregó a más de 1000 personas en un fin de semana nos hemos preocupado por crear un espacio no solo seguro y beneficioso para los emprendedores de diferentes rubros sino también para ser un lugar donde se puede compartir cultura y esté al alcance de toda la familia”
“Un escape de la rutina”, así lo definieron con un rol de actividades a lo largo de cada feria para que todos los visitantespuedan integrarse y aprender, por ejemplo, sobre moda sostenible o uso de prendas de segunda mano, etcétera. Y no entendían cómo después de tanto trabajo cultural podían acabar con una propuesta como la suya y que compartían también el pesar de clientes y colegas.
Manifiestan también que intentaron tener una reunión con los directivos a fin de escuchar su sentir, las opiniones y sustento para la decisión tomada, pero no fue posible. Ellos esperan tener la oportunidad de dialogar para entender la posición a la que se enfrentan y cómo podrían unir fuerzas para seguir impulsando iniciativas que se alinean también a la nueva visión que tiene el distrito.
Una vez que se difundió la nueva ordenanza municipal usuarios en las redes sociales expresaron su sentir indicando que era “un total atropello a las iniciativas culturales”, la difusión de nuevas formas de compra responsable y que estaban afectando económicamente a muchas personas que iban a las ferias a vender sus prendas y productos con los cuales generaban un ingreso extra.
Mario Tudela, representante de la feria Las Ranas y las Pulgas, calcula que aproximadamente cada fin de semana se lograba vender y/o truquear entre 150 a 400 prendas de segunda mano. Lo que representaba un futuro prometedor en la industria de la ropa vintage, afirmando que espacios como las ferias si lograban el cometido de ser espacios seguros y directos para la compra y venta de estas piezas en donde también se alimentaba la curiosidad de personas que podían participar o ser espectadores y decidían adquirir alguna prenda o informarse sobre lo que significaba la compra de segunda. Con la promesa de que quizás en un futuro añadirían una o más prendas a su guardarropa .
Es insólito lo estipulado por la norma, puesto que Barranco es uno de los principales puntos de turismo y esparcimiento de la capital y, que límite iniciativas que se ha comprobado que pueden ser beneficiosas para varios sectores, podría ser contraproducente. Sobre todo en el ámbito cultural, el cual ha sido muy afectado en este periodo desde enero del 2023 la antes mencionada disposición así como también cierre de ferias de tipo gastronómicas, pintado de murales con fuerte significado y cierre de la división de cultura del distrito.
Iniciativas como las realizadas por jóvenes en la difusión y creación de espacios sobre moda sostenible no van a parar, los organizadores han encontrado en otros distritos puertas abiertas para la realización de las ferias y se viene difundiendo arduamente por las redes sociales las nuevas localizaciones y horarios de estas abriendo nuevas oportunidades y experiencias en otros puntos de la ciudad.
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