Donar para ayudar
- Gabriela Sánchez
- 14 jun 2023
- 2 Min. de lectura
De ser una estudiante en el extranjero pasó a fundar el closet benéfico más grande del país.

Una oficina en San Isidro de cincuenta metros, llena de estantes, bolsas y racks de ropa es el espacio de trabajo de Ale Belaunde, una socialité limeña que dejó su vida en España para volver a Perú en búsqueda de su verdadero propósito.
El Closet de Ale es el nombre que usó para abrir su página de Instagram, al inicio solo la seguían amigos y familia, pero gracias a su carismática personalidad e influencia en la capital limeña fue aumentando muchos adeptos.
Ella tenía mucha impotencia al ver que no podía aportar a las personas más necesitadas y sintiéndose muy afortunada por lo que tiene, empezó a tomarle fotos a prendas que no utilizaba o tenían poco uso y subirlas a redes para financiar actividades de ayuda.
SU GRAN MOTIVACIÓN
En el primer mes logró recaudar Dos mil quinientos soles que se utilizaron para comprar agua, mascarillas, productos de limpieza y medicina, los llevó a un hospital y así inició un camino que lleva casi tres años.
La modalidad del closet es la siguiente:
Hay personas que no usan sus prendas y pueden donarlas a caridad, ella las recoge con un courier o tiene un punto de acopio, crea un catálogo, publica en redes y va recaudando dinero que hoy en día se destina a nueve fundaciones sin fines de lucro que ayudan a niños, jóvenes y personas mayores, todo el proceso es transparente y ella cada mes publica las ganancias y los certificados de donación.
La parte más complicada es clasificar las donaciones, revisarlas, lavarlas, limpiarlas y luego ponerlas a la venta, esto también ayuda al medio ambiente ya que logra darle una segunda oportunidad a la ropa que no usan otras personas; La característica que podría resaltar de otros closets es que puedes encontrar productos de lujo que fueron dados en donación, desde carteras hasta ropa que generosamente han sido donados.
UNA MUJER DE NEGOCIOS
Alexandra indica que ama lo que hace, no tenía pensado que llegaría tan lejos en su proyecto, se volvió a enamorar de Lima y ha utilizado su llegada en redes para crear otras tres empresas: una marca de accesorios, una de ropa y accesorios para teléfonos.
Su vida es muy activa, comparte su día a día en redes, además de consejos para emprendedores y tips de maquillaje y estilo de vida, indica que su pasión nunca fueron los negocios pero que durante su carrera de negocios internacionales la cual estudió casi por obligación la hizo amar los negocios y entender cómo funciona todo. Tiene muchos planes de seguir creciendo, difundir más la labor que realiza en el Closet de Ale y seguir ayudando a más personas.
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